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Además del ventilador, motor y espreas, el relleno es uno de los componentes principales dentro de las torres de enfriamiento, ya que el agua caliente se distribuye de manera uniforme a través de este para interactuar con aire fresco a contracorriente y efectuarse la transferencia de calor, en el cual el agua caliente del proceso cede calor al aire y este, húmedo y caliente, es dirigido hacia arriba por el extractor para ser descargado a la atmósfera, lo que hace posible que el agua fría se deposite en la cisterna.

Sin los rellenos, el proceso sería mucho más tardado y complicado, por lo que la elección del tipo correcto acorde a las necesidades de la aplicación es vital para el buen funcionamiento de las torres.

De acuerdo con la empresa ESIN, estos son algunos de los rellenos más comunes:

Relleno de PVC. Este favorece la transferencia de calor, incrementando así la eficiencia del equipo. Se trata de un relleno laminar de PVC en paquetes para facilitar su manejo y colocación. Es de alta eficiencia y prolongada vida útil.

Suele estar disponible en diferentes longitudes hasta 7 pies de largo, con crestas de ½"  y  de ¾", además se adapta bien a cualquier torre de refrigeración de tiro inducido o de tiro natural que utilice una calidad de agua industrial normal.

Relleno de aluminio. Este se recomienda en procesos donde la temperatura del agua es mayor a 50°C y para las aplicaciones en donde se busca incrementar la capacidad de enfriamiento. Se trata de un relleno modular de hojas de aluminio troqueladas con cresta de ½".

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Proporciona una gran superficie de transmisión de calor con muy poco espacio de relleno, además, requiere de muy poca cantidad de agua debido a la característica absorbente del material,

Relleno de polipropileno. Este está formado de paletas de polipropileno, de alto desempeño térmico (soporta temperaturas de hasta 90°C) y de alta resistencia a la luz ultravioleta. Se recomienda para agua con residuos del proceso, tiene bajo potencial de incrustación de sólidos.

Relleno de celulosa. Este relleno está hecho de papel corrugado de 100% celulosa de madera, con aplicación de resinas de alta calidad en las áreas de flujo. Suele estar tratado con aditivos y bactericidas para evitar la formación de microorganismos y espuma.

Entre sus aplicaciones más comunes destaca el funcionar como empaque de enfriadores evaporativos, paredes húmedas para granjas porcícolas, avícolas y en invernaderos, entre otros usos.

La elección correcta de estos componentes puede ayudar a las empresas a potencializar sus esfuerzos por controlar y reducir el consumo de agua y energía en los sistemas de enfriamiento, ya que son una opción con un buen desempeño térmico con costos bajos de operación y mantenimiento.